El dia de hoy, no vengo con capitulo, si no con un cuento. El proyecto de español era hacer un cuento de acuerdo a una imagen, el mio era de una chicas bailando Ballet. Y...como por falta de imaginacion y de tiempo mejor se los comparto...ya que no me gusta dejar solo el blog por mucho tiempo.
Otra disculpa por no comentar sus blogs y por tampoco leerlos, vere que problmeas tiene mi cuenta :3 Arigato >w<!
Atte: Vina Ediffer ♥
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Cuando nadie la ve.
Y de golpe desperté. Rápidamente
me senté en la incomoda cama de resortes del hospital a ver en que nuevo lugar
me encontraba, aunque yo ya daba por echo que estaría muerta. Sentí dolor en mi
abdomen, tenia miedo…de ver cual seria la gravedad de la nueva cicatriz que me dejaría.
Levante el traje azul pálido del hospital, viéndola. Era una cicatriz de más o
menos 25 centímetros
que atravesaba mi abdomen a lo largo de este. Me deje caer en la cama de nuevo,
y pensé, que seria de ella ahora mismo ¿En donde se encontraría? Aunque si
ruego por Dios, que me deje.
Todo paso hace un poco mas
de medio año, yo, me encontraba en la Academia de Ballet, una de las más prodigiosas
escuelas de ballet. Mi nombre es Keira y esto…es lo que paso con mi mejor
amiga, Annie.
Era un día de otoño, y el
invierno ya se estaba empezando a sentir. Estábamos ensayando para el nuevo espectáculo
que daríamos en un auditorio, ya casi terminábamos y yo me sentía feliz que por
esta ocasión, mi padre pudiera verme bailar, ya que hace más de 4 años que no
nos vemos a causa de la guerra. Pero el me lo prometió, y estoy segura que lo
va a cumplir.
Dentro del cuarto el viento
azoto la enorme puerta de madera, mostrando a aquella chica que me hizo cambiar
tanto psicológica como mentalmente. Una chica un tanto alta, largo cabello
negro, venia acompañada de nuestra maestra.
- Chicas, ella es nuestra nueva compañera, su nombre es
Annie y nos acompañara en nuestro espectáculo de ballet-. Dijo la maestra
un tanto nerviosa.
- Hola, soy Annie. Espero
llevarme bien con todas ustedes-. Dijo amablemente
Debo de aceptar que era una
niña bastante bonita, parecía buena persona y muy amable. Pero su mirada
perdida en mi me daba miedo. Se me acerco y pregunto mi nombre, le respondí
amablemente, pero siguió haciendo preguntas de mi poniéndome nerviosa.
- Annie, dime. ¿Porque quieres bailar ballet?-.
Dije con dudas
- Porque quiero verme
bien, solo por eso. Pero no se bailar -. Dijo – ¿Me enseñas?
- ¿Cómo? ¿Vienes aquí pero
no sabes bailar?-. Dije sorprendida
- Así es, pero, como eres
mi mejor amiga me vas a enseñar ¿Verdad?-. Dijo amenazadoramente
- Este…claro que si…amiga-.
Dije asustada
De verdad esa niña no me
daba confianza desde el largo interrogatorio que me hizo. Y como no tenía otra
salida, tuve que enseñarle lo más básico del ballet para que por lo menos, me
dejara de mirar de esa manera.
Paso el invierno
normalmente, enseñándole a Annie a bailar. Llego Febrero, faltaban pocos meses
para el espectáculo que seria en Abril. Ya todas mis demás compañeras se habían
ido a sus casas, pero yo me quede con Annie para que terminara su clase de
ballet. Ella en estos meses, había progresado bastante y ya estaba en
condiciones de poder bailar con nosotras en el espectáculo.
- Que buena eres Annie,
si sigues así podrás bailar conmigo en el espectáculo-. Dije tratando de animarla
- Gracias Keira- Dijo
mientras trataba de hacer una vuelta pero tropieza y cae de rodillas- ¡Agh! ¡Tonta!
¡Es tu culpa!
Annie de golpe se me aventó,
haciendo que ella cayera encima de mí, tenía una mirada horrible que parecía
que tenía intenciones de matarme. Me golpeo en la cara con una fuerza inmensa,
grite y la empuje hacia un lado haciendo que se pegara en la cabeza con el
espejo. Este se rompió, dejando una mancha de sangre que recorría el delicado
cabello de Annie y los brillosos trozos de vidrio. Annie tomo uno de los trozos
de vidrio llenos de su sangre, me sujeto del cabello y me corto la garganta. Grite…tan
fuerte que vomite sangre. Ella nada mas gritaba de furia cortándome la cara,
llenando mi ropa de sangre. Me dejo caer al piso junto con el vidrio roto, se
dejo caer al piso poniéndose en posición fetal. Desde donde yo estaba podía ver
su cara, estaba arrepentida, lloraba en silencio y después de un rato…grito. Jalándose
el cabello con fuerza hasta el punto de arrancase un gran mechón, siguió
gritando. Tenía miedo de ver que es lo que pasaría después, por lo que salí
corriendo de la habitación dejando sola a Annie mientras seguía gritando. Pero
no había nadie. Las puertas de la academia ya estaban cerradas.
Me habían dejado encerrada
con una psicópata.
Dejando un camino de sangre atrás
de mí, me desmaye.
Desperté en el pasillo de la
academia, parecía que ya era el siguiente día, tenia la vista borrosa por la
perdida de sangre, pero escuchaba, eran ambulancias, muchas personas llorando y
gritando, alguien se me acerco y me cargo a una camilla y de ahí…me volví a
desmayar.
Esa niña era un peligro para todas las demás, y mas
para mi, me volví a acostar en la cama del hospital a sentir la nueva cicatriz
que me había dejado. Por suerte, después de que me dieran de alta, volví a la
academia. Annie parecía normal de nuevo, pero al parecer, yo era la única chica
que sabia que era en verdad ella…cuando nadie la ve.
Desperté en el hospital, me
sentía mareada, pero mucho mejor. Tenia dudas acerca de Annie ¿Por qué se había
comportado de esa manera conmigo? Su mirada de ternura había perdido el brillo
y cambio, a una mirada asesina. Al cabo de un rato, entro una mujer mayor.
Traía unas flores en la mano y unos papeles. Se sentó a mi lado, dio un fuerte
y largo suspiro y me tomo de la mano.
- Hola Keira, soy la mama
de Annie, Danielle -. Dijo
-Buenos días señora
Danielle-. Dije.
- Keira, vine aquí a ver
como te encuentras después de lo que mi hija te hizo-. Dijo arrepentida
- No se preocupe señora,
estoy bien-. Dije un poco seria
- Pero no solo vine a
eso, vine a decirte porque Annie hizo algo asi de horrible contigo-. Dijo
dejándolas flores en la mesa en frente de mi cama
- Encerio.- Dije
- Mira, el problema es,
que esta es la 5ta vez que nos mudamos de casa, por la conducta de Annie. Su
padre esta ahora en la guerra, y de verdad se siente bastante triste y sola.
Digamos que…mi hija tiene una enfermedad mental-. Dijo
- ¿Enfermedad mental?-.
Dije asustada
- Si. Cuando algo no le
sale bien, o se equivoca, siente que es la culpa de los demás, en especial
cuando alguien le este enseñando algo-. Dijo, se paro y camino hacia la
ventana- Atacaba a sus maestros, a sus compañeros…hasta a mi. Siempre nos
mudábamos porque no la querían ver. La hemos mandado a muchas terapias, pero
parece que no funcionan- Dijo y se volvió a sentar
- Significa que me
ataco ¿Por qué no le salio el paso de baile?- Dije
- Exacto, pero últimamente
se ha puesto mas agresiva de lo normal, casi mata a un pobre niño en la calle-.
Dijo tapándose la cara con las manos para evitar llorar
- Ella dijo que no sabia
bailar ballet, y como le tenia miedo, le enseñe, pero parece que es un poco
torpe y cayo-. Dije tocándome mi
vendada herida del cuello- Es siempre así ¿verdad?
- Si Keira, solo vine a
decirte esto, y, que una ves terminada su presentación en Abril, nos muraremos
de nuevo, ya que tu no fuiste la única a la que ah agredido- Dijo
- ¿No soy la única?-
Pensé
- Tiro por las escaleras
a la maestra Ruby hace 4 semanas, es por eso que otra maestra vino a
reemplazarla en lo que se recupera- Dijo mientras se paraba del costado de
la cama- Bueno Keira, fue un placer conocerte, voy a ver a Annie, hasta luego.
- Hasta luego señora-.
Dije despidiéndole con la mano
Por suerte, después de que
me dieran de alta, volví a la academia. Annie parecía normal de nuevo, pero al
parecer, yo era la única chica que sabia que era en verdad ella…cuando nadie la
ve.
Afortunadamente, Annie ya no
necesitaba de mi ayuda para que pudiera bailar, por lo que mis días de quedarme
sola con ella se acabaron.
Y llego Abril, el mes mas
esperado del año. El día de nuestra esperada presentación. Estábamos atrás del telón,
esperando nuestra llamada para comenzar. Yo era de las más aplicadas y mejores
bailarinas de ballet que la academia tenia, por lo que yo comenzaba. Al cabo de
un rato, comenzó.
El telón se abrió, la música
comenzó y con eso…yo también. Moviéndome al compás de la melodía, hacia mis
delicados movimientos sorprendiendo a todo el público, después todas mis
compañeras salieron y el baile comenzó. Annie quedaba a mi lado, y ella estaba
a lado de un poste de donde se sostenían los enormes reflectores, ella bailaba
bastante bien, pero…no tenia la suficiente experiencia. Resbalando y empujando
a las demás compañeras, Annie choco con el poste de los reflectores, haciendo
que estos cayeran encima de las compañeras, excepto a Annie, unas otras 4
compañeras y yo.
El publico se paro pidiendo
ayuda en cuanto el auditorio se lleno de gritos suplicantes de las niñas. Annie me miro extraño, con
rabia, igual que la otra vez. Annie se me aventó de nuevo, esta vez, si quería
matarme. Haciéndonos caer del escenario, me rasguño la cara y me jalo el
cabello. Todos trataron de detenerla pero nadie lo logro. Siguió rasguñándose y
golpeándome, cuando un estruendo se escucho. Uno de los reflectores todavía no
se caía, y estaba arriba de nosotras dos. La cuerda no soporto más y cayo
encima de las dos.
Uno de los gruesos tubos de
metal se enterró en el abdomen de Annie, atravesándola, y también llego a
atravesarme a mí, pedazos de vidrio, otros tubos y pequeñas descargas
eléctricas nos atacaron.
- Annie…-. Dije débilmente
Y de ahí, escuchaba la voz de papa, llamando
mi nombre. Sentí que alguien me levanto y me sacudió, pero sentí que moría
lentamente hasta que la pesadez de mis ojos no soporto más, y morí, según yo.
Eso paso, ahora es finales
de Mayo y principios de Junio, y por lo que eh escuchado, Annie murió. Durante todos estos meses, tuve
una cantidad inmensa de cicatrices, muchos golpes y perdías de sangre.
Pero no pienso dejar el
ballet, jamás. Eso si, nunca le volveré a enseñar a alguien a bailar
ballet…jamás.
Fin.